El ácido hialurónico permanece durante más tiempo en el ojo (efecto a plazo largo) y aumenta significativamente el tiempo de rotura lagrimal comparado con otros humectantes.
Tiene propiedades viscoelásticas. Cuando el ojo está abierto, la lágrima se hace resistente y tiene menos tendencia a romperse (viscosa), volviéndose más fluida en el parpadeo (elástica).
El ácido hialurónico es una molécula biológica presente de manera natural en el tejido ocular. Por ello, el ojo lo tolera muy bien y no se presentan reacciones de rechazo.